No cabe otra, y me apetece además, escribir para mi blog en la web de Bodegas Marisol Rubio sobre el momento histórico que estamos viviendo a nivel mundial, y que pasará a las posteridad como la crisis del covid19.
Las bodegas, como todo el sector hostelero, nos estamos viendo afectados por esta barbarie que damnifica en primer lugar la salud y luego el bolsillo ciudadano, ya seas un empresario o un asalariado, todos en mayor o en menor medida nos vamos a ver tocados por esta pandemia.
La parte positiva de todo esto es que estoy pasando los días de reclutamiento en casa, en Villanueva de Alcardete, donde nace nuestra marca Bodegas Marisol Rubio. Afortunadamente tuve la brillante idea de venirme aquí a teletrabajar antes de que el estado de alarma se decretase. Lugar desde el que transmito todo mi ánimo, y energía positiva no solo para nuestro país, España, sino para nuestros vecinos Italia, Francia y Estados Unidos, que como nosotros son lo que están sufriendo, en mayor medida, esta barbarie.
En primer lugar, y mención especial, para mi, durante estos días merece la subida “ahí Arriba” de mi abuelo, Manuel Rubio López, más conocido por todo Saelices (pueblo conquense que le vio nacer) como Lolo. Se fue sin dar guerra, no conozco persona más buena que él, en estos días pienso ¿cuándo me he enfadado yo con mi abuelo? Y la respuesta es nunca, jamás he tenido una mala palabra hacia él ni él hacía mí, jamás ha habido un enfrentamiento en los 42 años que hemos pasado juntos. Se marcha a punto de cumplir 96 años de edad, con una cabeza encomiable, y dándome grandes lecciones de disciplina, fuerza de voluntad, bondad y una sonrisa amplia y sincera. Descansa en paz mi querido abuelo.
Siempre hay que sacar algo positivo de lo que acontece, esa al menos es mi filosofía. Construir es una palabra que me encanta porque engloba ese saber aprovechar los elementos que tenemos. Yo doy gracias a la vida porque me está dando la oportunidad de parar, y conocerme, más y mejor, de aplicar el “slow life” una filosofía que personajes públicos como @saracarbonero o @gwynethpaltrow llevan tiempo practicando. Aquí estoy disfrutando de la casa que en su día mi madre y yo decoramos con tanto esmero y dedicación. Estos días he podido resarcirme de su sótano con esa chimenea tan acogedora, de su amplia cocina donde he practicado, y mucho, innumerables recetas. He podido limpiar desde el gozo, y ordenar. Y como parte principal, he disfrutado de mi padre, con el que he mantenido conversaciones que el ajetreo del día a día y la distancia no facilitan tener. Hemos hablado, y mucho, de vino, hemos compartido anhelos, hemos saboreado lo que otras bodegas elaboran, con el respeto y el cariño que se merecen porque creo que no deben existir competencias, especialmente por ese vínculo tan especial que a todos nos une que es el amor a la vid y a su fruto pudiendo ofrecer a la sociedad lo mejor de su elaboración.
Los expertos recomiendan tirar de humor en tiempos complicados, y desde luego que yo he hecho uso de él, a la vez que he practicado deporte, por eso le rindo mi ovación particular al californiano @ryan.heffington con el que espero seguir aumentando endorfinas también cuando el confinamiento termine. Porque queridos lectores, deseo que cuando esto llegue a su fin, que llegará, “nada es eterno” que decía mi madre todos hayamos aprendido la gran lección que nos ha dado el Universo. A mí, me ha hecho pensar en la humildad porque vivimos atropellados, cuántas veces hemos oído ese “no tengo tiempo” esa necesidad de estar constantemente ocupados, “parece que cuanto más llenamos nuestra agenda de planes más guays somos” es algo que siempre me ha sorprendido, desde luego a mí siempre me ha gustado contestar todos los mensajes, dar atención al que me la ha requerido… y ahora, si cabe, he meditado, aún más, sobre ese “guasismo” (que lo llamo yo). El cuidado de la naturaleza, otra gran lección, nos estamos cargando la atmósfera, usamos el coche hasta “para ir al baño… y sirva la hipérbole para revindicar el transporte público y el carsharing, intentar no utilizar y mucho menos tirar plásticos y otros residuos en ríos, en bosques… y esto son solo algunos ejemplos sencillos. La higiene, yo tengo muy grabado, desde pequeñita el “lávate las manos antes de comer” de mi padre, pero ha tenido que venir un coronavirus a concienciarnos de unas normas de higiene básica que se deben tener en nuestro día a día. Solidaridad impresionante las muestras por todas partes, cosiendo mascarillas, haciendo donaciones económicas, la compra al que no puede valerse… multitud de ellas que deberían existir en nuestra cotidianidad. Mi aplauso para el ingenio, algo que estoy segura todos tenemos, y aquí hago uso de otra frase de mis admirados progenitores “nadie es más que nadie” todos tenemos capacidad de creatividad y lo hemos demostrado con esta prueba que la vida nos ha puesto. Podría seguir pero no me gusta hacer textos largos, porque estoy segura que cada cual habrá sacado sus propios aprendizajes. Sí, por último, y en mayúsculas: sanidad, educación e investigación. Por favor, ya es hora que todos tomemos consciencia de que un país que no dedica recursos a estos tres elementos jamás avanzará.
Los roles cambian, esos pájaros que antes estaban enjaulados, ahora tienen libertad para volar, esas liebres presas del cazador corretean por el campo… y nosotros los humanos que tan poderosos nos creíamos somos los que vivimos el confinamiento, ¡quién nos lo iba a decir! Ojalá se entienda la metáfora. Y es que no me cabe duda de que el Universo tiene su manera de devolver el equilibrio a las cosas.
Gracias a la vida por estos momentos, y por otros muy duros que también me ha dado. Y no practico, en absoluto, el masoquismo, simplemente soy de las que creo que todo pasa por algo y a la larga terminas entendiendo el porqué. Yo creo que lo importante es saber aprovecharlo. Os deseo de corazón que vuestro punto, y seguido, cuando esto acabe sea reamente consciente y feliz. Gracias
Piedad Garrido