Es un placer inaugurar la modalidad de “Invitados al blog de Bodegas Marisol Rubio”, con Felipe Sánchez-Pedreño Manglano, licenciado en Derecho, experto en Protocolo, director de RSC de la Real Federación Española de Fútbol, y apasionado por el mundo del vino.
REevolución
No cabe la menor duda de que asistimos a un constante cambio que rodea a prácticamente todos los aspectos que componen nuestra vida actualmente.
En mayor o menor medida esta realidad nos afecta y nos implicamos al respecto según nuestra personalidad, nuestro carácter o el modo en que nos dejamos influir por la inmensidad de factores que intentan manipularnos a un ritmo casi meteórico.
Si de forma mayoritaria la sociedad acepta sin reflexionar que la comunicación sea a través de dispositivos electrónicos, que las relaciones humanas estén indudablemente deterioradas o que los valores y lo palpable hayan pasado a un plano segundón…¿Porqué nos cuesta tanto trabajo abandonar viejos hábitos y creencias?.
Os invito a ir más allá de esta supuesta evolución. Vamos a dar el paso y sumarnos a la REevolución. Y lo vamos a hacer de la mano de uno de esos placeres como es el de disfrutar de un buen vino.
En esta materia la evolución ha sido sensacional pero es negativamente sorprendente que la mayoría de los terrícolas continúen etiquetando los vinos con los mismos parámetros que cuando no vivíamos pegados a una dichosa pantalla en la mano, a unos relojes que nos dan mejor cualquier información antes que la propia hora o aquellos momentos en que socializábamos como seres sociales.
Si evolucionamos en todos esos ¿avances?, debemos tener de una u otra forma una actitud similar para enfrentarnos a la elección de un vino. Y esto es importante tanto a la hora de adquirirlo como a la hora de degustarlo.
Dejemos ya de lado aquello de que los mejores vinos son siempre los tintos. Resulta incluso un tanto aburrida la expresión. Acabo de instaurar la ¡¡¡REevolución!!!.
Os doy la bienvenida. En ella no hay tintos buenos ni blancos malos sino vinos estupendos y menos estupendos. Seamos serios. No podemos continuar en la Caverna. Yo creo que seremos capaces de estar a la altura de desencorsetar las mentes y entender que las carnes no van necesariamente con esto, los pescados con aquello y los quesos con lo de más allá.
El mundo de los vinos blancos es verdaderamente apasionante. Hay una amplia gama capaz de estar a la altura de los paladares más exigentes, que afortunadamente ya están despertando interés y cambio, mucho cambio.
Como mejor exponente de este concepto que hoy os traslado, he descubierto un vino fabuloso que llega al mercado para sorprender a entendidos y aficionados. Se trata de CIMA de Bodegas Marisol Rubio, un blanco seco y 100% Pedro Ximénez.
¡REevolucionario!…Por favor, abandonemos aquello de que la uva Pedro Ximénez es una uva de sabor dulzón, muy jugosa y aromática que se encuentra principalmente en Andalucía.
También está presente en Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y Valencia. ¿Seguimos avanzando sin experimentar dificultad para asimilar conceptos?…¡Vamos allá!.
La uva Pedro Ximénez no es solo aquella variedad blanca destinada a producir un vino de postre muy dulce y oscuro. Las bodegas Marisol Rubio nos ofrecen un vino fantástico de la tierra de Toledo, seco y tan limpio como brillante. Asoman las notas florales que permiten degustarlo perfectamente tanto con una ternera blanca asada como potenciar un buen arroz a base de productos de la huerta.
Puede ser el compañero perfecto de un aperitivo o el encargado de protagonizar un almuerzo completo y recomiendo personalmente servirlo a una temperatura no superior a 8º C.
Hay que descubrirlo y disfrutarlo.
Llega pisando fuerte y lo hace para quedarse. ¡Abran paso!
Felipe Sánchez-Pedreño Manglano